La teca (Tectona grandis) es un árbol perteneciente a la familia de las Verbenáceas que alcanza hasta 30 m de altura. Se le conoce como la reina de las maderas, pues su apariencia se hace más bella con el paso de los años y tiene la capacidad de no dañarse cuando entra en contacto con metales, lo que la hace muy valiosa para la fabricación de muebles de alto valor y embarcaciones lujosas. Es originaria de la India, Tailandia, Laos y Birmania. Se introdujo en Indonesia (Java) hace cientos de años y las más antiguas plantaciones de teca en Sri Lanka se han documentado a fines del siglo XVII. Los primeros sistemas intensivos de ordenación de los bosques naturales se desarrollaron hace unos 150 años en Myanmar, desde donde pasaron a la India y Tailandia durante un período de unos 40 años. Hoy día la teca se encuentra en muchos otros países asiáticos, y extensas plantaciones se han establecido también en África y América Central y del Sur –Brasil, por ejemplo, cuenta con las mayores plantaciones del mundo. Se ha hecho evidente que la explotación de los bosques naturales no puede seguir respondiendo a la demanda de madera de teca, y la insuficiencia previsible de este material ha avivado el interés por las plantaciones de esta especie.

La madera de teca es de albura blanquecina y duramen amarillento o broncíneo. La fibra es generalmente recta, aunque en raras ocasiones puede presentar fibra ondulada, lo que es habitual en las piezas procedentes de la India. El grano es grueso con presencia de tasas de sílice variables. Posee un tacto aceitoso y recién cortada tiene un fuerte olor a cuero viejo que desaparece en gran medida al secarse.

Se le considera una madera pesada y de dureza media. Tiene una resistencia media a la flexión, poca rigidez y resistencia al impacto, una resistencia alta a la comprensión y un grado moderado de doblado con vapor.

La velocidad de secado de la madera de teca es lenta y varía en función de la densidad. En general, se trabaja bastante bien tanto a mano como a máquina, aunque el aserrado y cepillado de la madera desgasta rápidamente las herramientas a causa de su alto grado en sílice. El encolado presenta dificultades elevadas debido a su elevado contenido en oleorresinas.

La madera de teca goza de muy buena reputación, bien merecida, por su alta resistencia y durabilidad. Presenta una gran estabilidad en ambientes cambiantes, no se agrieta ni se pudre, y resiste a la acción de los hongos, xilófagos e incluso a algunos ácidos. Estas características son las que hacen posible que la madera de teca esté considerada como una de las más valiosas del mundo y goce así de múltiples aplicaciones. Según el poeta Persa Firdusi, el primer tablero de Ajedrez de la historia fue construido en parte con madera teca y mármol.

Su crecimiento puede darse bajo diversas condiciones, pero si se desea una madera de alta calidad deben de cumplirse los siguientes parámetros:

  • Altura entre los 0 y 1,000 msnm.
  • Suelos ricos en calcio, planos y con un buen drenaje.
  • Precipitación anual entre 1,250 y 2,500 mm.
  • Climas con una estación seca bien definida (3 a 5 meses).
  • Temperaturas medias anuales entre 22 y 28 °C.

Si estas condiciones no se cumplen, se obtiene una madera de menor calidad y menor valor comercial. Las mejores maderas de teca provienen de árboles "viejos" (por encima de 20 años de edad al ser cortados). La teca tiene una alta capacidad de rebrote, lo que la hace resistente a incendios forestales; por su alta densidad y dureza las termitas no la penetran. En el área centroamericana, por ejemplo, inicia la floración entre los cinco y los ocho años, a partir de esta fecha comienzan a producir semillas fértiles, las cuales generalmente presentan latencia, por lo que requiere de tratamientos de escarificación. Es una especie muy resistente a las plagas y enfermedades. Por su importancia se han realizado múltiples estudios de mejoramiento genético, para identificar el germoplasma ideal para cada zona de interés.